
Hornero que construye su casa, rasquetea.
Gorrión al hornero lo gorronea
Mientras la tarde caía, el mono decía…
-La arquitectura, la arquitectura es una creación infinita. Y es ahí donde radica la pasión del hornero. Que otro bicho puede construir incansablemente su hogar, rasqueteando las asperazas inesperadas que les presenta la incertidumbre. Rasqueteando sin parar hasta poder lograr el gran circulo, aquel círculo, o mejor dicho aquel ¾ de círculo, que ese hornero trabaja artesanalmente hasta hacer encajar en un rincón casi imperceptible para un ojo humano, pero que a la señora que mueve la escoba en la vereda al son de su gran trasero potenciado por ese vestido floreado rojo y amarillo, le molesta.
En ese momento un ruido logro irrumpir en la conversación.
La paloma golpeo y cayó.
En ese momento la ventana se encontraba entre abierta.
Doble aleteo, aire revoloteado invisible y muerte.
CAcareos.
-Que cagaso boludo, paloma de mierda!
-Para Negro, mas respetos por la paloma vieja.
- ¿Que pasa Mono?, de repente te pinto el torrente de greenpace.
-No boludo, sabes que esos caretas de verde me chupan un huevo. Pero te pusiste a pensar que esa cosa con plumas y alas y patitas con uñitas y ojitos y piquito y adentro una lenguita y un culito y adentro de ese poco espacio un kilómetro de tripitas, tiene una historia. La paloma como vos tiene su historia. Y que esa historia en la cual vos te estas cagando soberanamente, puede que tal vez se haya encontrado con tu historia. Tal vez es esta la paloma que te cagó la oreja ese día en que tuviste la suerte de apretarte un traba.
-¿Hornero con h o sin h?